El VI elemento: después del amor… el buen gusto
21:28MetropoliZ Fashion CrewCine y Moda
Saludos! quiero estrenar mi
primer post, analizando un exitoso film de ciencia ficción de finales de los
90 -qué grande los noventas!- y como cinéfilo debo decir una de mis
películas favoritas de todos los tiempos, no solo por su original visión del
futuro sino por la sustanciosa propuesta estilística que nos presenta. El Quinto Elemento de Luc Besson de
1997 atrapó a la crítica de manera instantánea en gran parte por
la descabellada forma en que fue presentado el diseño de vestuario. No solo fue
un viaje a un futuro distópico monótono, fue adentrarnos al extravagante
imaginario del celebre diseñador francés
Jean Paul Gualtier.
¿El
lugar? Una surrealista Nueva York del siglo 23 inspirada en el comic
francés Les Cercles du Pouvoir, cargada de cinismo,
materiales inusuales y colores saturados a todo lo que dá. En este universo, el
taxista oprimido Korben Dallas (Bruce Willis) vuelca su
destino al conocer a la ingenua pero audaz heroína Leeloo (Milla
Jovovich), que llega del espacio para salvar al mundo. El éxito en taquilla sobrevino como resultado de la
magistral ejecución del enfant terrible de
la moda, quien estuvo acargo del diseño de vestuario sus diseños encajaron a
la perfección con el absurdo de los personajes.
La súper modelo Milla Jovovich conocida como la “Kate Moss Grunge” dió vida a Leeloo y fue genial. Su belleza atípica fue el factor wow! que necesitaba el blockbuster para ser
memorable. Nació en ese momento la heroína patea culos que hoy conocemos como
maquinaria extermina zombies.
No se había mostrado antes desfachatez
lúdica en la forma de presentar una prenda, hasta el famoso
traje de “tiras” que lució Leeloo. Ella se presento a la
audiencia en su piel, para luego ofrecernos una de las piezas más recordadas de
la cinematografía moderna, limpias líneas blancas cubriendo sólo lo justo para
enmarcar la silueta. El cuerpo como esencia de lo divino.
Pronto nos encontramos con Korben
Dallas, interpretado por Bruce Willis que vemos en
la primera parte de la película con una franelilla naranja sin mangas, para
acentuar la masculinidad de sus brazos, pero también muestra un escote en la
espalda que filtrea con la femineidad. Gaultier desde siempre
ha jugado con la flexibilización de los
géneros.
Curiosamente las paletas de colores de los
protagonistas se contraponen cual ying-yang: ella viste de blanco y naranja, él
viste de naranja y negro. El anaranjado es un color constante en el film, se
considera como una tonalidad psicoactiva, de carácter fuerte vinculado a la
pasión sexual. El artífice mal portado de la
moda confeccionó 954 trajes en total, inspeccionados todos delante de la
cámara. Gaultier creo looks originales para los personajes
principales pero los verdaderos elementos prêt-à-porter se encontraban en los extras. Adapto piezas de sus
colecciones y todo en el film hablaba de él: cajeras de Mc’donalds con corsets,
arcos dorados en las mangas, azafatas en tops entallados, minifaldas, marineros
futuristas (Le Male parfum) y sus recurrentes diseños victorianos
con pinceladas fetichistas.
El Quinto Elemento está plagado de materiales inusuales
que definen una década, la moda es cíclica y el futuro siempre tiene un anclaje
en el pasado. Jean Paul Gaultier no desaprovechó la oportunidad de transgredir y calentó la forma como se
presentaba la alta costura en el cine, con su filosofía del diseño demostró lo
relativo del buen gusto. Se convierte pues, en
la joya de referencia en la haute
couture que abrió la brecha para lo “warrior chic futurista”.
Lo cierto es que su influencia sigue siendo palpable en la cultura pop luego de 16 años, hoy artistas, cantantes, editoriales de moda y nuevos films futuristas (Los Juego del Hambre, The Zero Theorem) siguen ahondando en el legado de esta película y tomando referencias de las ostentosas piezas hiper de Gauiltier.
La relación entre la moda y el cine es tan
antigua como el propio medio, su relación sinérgica ha enriquecido la expresión
artística misma del séptimo arte. Ambas se necesitan, para perdurar en el
tiempo con el fin de establecer los precedentes de las próximas décadas. Vemos
pues, que cuando esto sucede surge entonces un VI elemento infinito, después
del amor… el buen gusto. Hasta la próxima entrega!
Misfit.
0 comentarios